Con nombres como Elvis Presley, B. B. King y Pete Townshend de The Who que usaron sus instrumentos y luego de más de 100 años de historia, la compañía Gibson se declaró en bancarrota, esperando retomar el rumbo en el negocio.
La firma con sede en Nashville anunció el martes que está solicitando la quiebra, trabajando en «reenfoque, reorganización y reestructuración», es decir, tratando de salir de un montón de deudas, perdiendo algunos de sus negocios secundarios y concentrándose en su misión original de vender instrumentos musicales.
«En los últimos 12 meses, hemos logrado avances sustanciales a través de una reestructuración operativa. Hemos vendido marcas no esenciales, aumentado los ingresos y reducido las demandas de capital de trabajo», dijo el gerente general de Gibson, Henry Juszkiewicz, en un comunicado.
Esas «marcas no esenciales» incluyen un negocio de audio y entretenimiento hogareño que Gibson adquirió por 135 millones de dólares la firma multinacional de tecnología Phillips en 2014, en un intento por ampliar la presencia de la compañía entre los fanáticos de la música.
Según reportes, los ingresos anuales cayeron casi mil millones en los últimos tres años. Tiene deudas de entre 100 y 500 millones de dólares y debe dinero a al menos otras 26 compañías, incluidos los proveedores.
Gibson fue fundada en 1894. Su popular modelo Les Paul es una de las guitarras más vendidas de todos los tiempos, y ha sido utilizado por músicos como Eric Clapton, Jimmy Page y Pete Townshend.
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