Foto: Damian Benetucci
Para nadie es un misterio que Chile representó un país importante en la historia de Gustavo Cerati. Una relación estrecha que tuvo diferentes matices, tanto personales como musicales.
Hay que remontarse hasta la segunda mitad de los ’80 para encontrar el primer encuentro entre el músico y este lado de la cordillera. En 1986, Soda Stereo estaba en pleno ascenso de su popularidad y a fines de ese año emprendió su primera gira por Latinoamérica, incluyendo una serie de presentaciones en Santiago y Valparaíso.
Pero fue en febrero de 1987 cuando el trío que completaban Zeta Bosio y Charly Alberti tuvo su primer gran éxito al presentarse en el Festival de Viña del Mar. El reconocimiento fue inmediato y Cerati afirmó ese mismo año a la revista argentina Aló Chicas: «fue inexplicable. Fue una cosa como de ‘locura’ que no había visto jamás… sin duda fue algo muy emocionante en todos los aspectos».
Dos años más tarde, en una conferencia de prensa realizada en Santiago, en plena promoción de Doble Vida, Cerati conoció a Cecilia Amenábar, en ese entonces una modelo de 17 años. Quedó enamorado de ella y le regaló una carta que más tarde se convertiría en la canción «No necesito verte (para saberlo)». En 1993 contrajeron matrimonio civil y religioso en Santiago.
A principios de los ’90, y como una forma de «liberarse» de la tensión con sus compañeros de Soda, el guitarrista trasladó su residencia hasta un hogar en Las Condes, en donde compuso gran parte de su debut solista, Amor Amarillo. Aquel disco fue registrado en Chile en 1993 e incluye la participación de Amenábar en voz y también en el videoclip grabado en los estudios de Chilefilms. Ese mismo año nació Benito y tres años después Lisa.
La relación estrecha con músicos chilenos comenzó en 1995 con la colaboración con Andrés Bucci, Guillermo Ugarte y Christian Powditch (conocido por su pseudónimo Roban) con un proyecto electrónico llamado Plan V, con quienes editó dos álbumes.
Pronto la cantante nacional Nicole lo contactó para que se hiciera cargo de su tercer álbum, Sueño en tránsito (1997). «Él me ayudó a tener más confianza en mis composiciones. Eso fue muy importante para lo que vino después. Ver cómo grababa las guitarras, estar con él y hablar de música. Conocerlo fue increíble», afirmó en 2010 la cantante en una entrevista con RockNvivo.
En 1999, el argentino publicó su segundo trabajo solista, Bocanada, el cual incluyó en el tema «Raíz» un sample de «Del aire al aire» de Los Jaivas. En tanto, su siguiente álbum en solitario, Siempre es hoy (2002), contó con la participación del vocalista de Los Tetas, Tea Time, en la canción «Altar» y utilizó un sample de «La Carta» de Violeta Parra en el corte «Karaoke».
El terremoto que sacudió a gran parte de Chile en febrero de 2010 también repercutió en Cerati y una semana después envió un video de apoyo a los afectados. Semanas después fue uno de los impulsores del evento benéfico Argentina abraza a Chile, que reunió a 100 mil personas y más de 60 toneladas en ropa y alimentos.
Aún después de su muerte, esa estrecha relación de Cerati con Chile seguirá viva en este lado de la cordillera.
Gustavo Cerati en Argentina abraza a Chile