El próximo 27 de julio, la banda estadounidense The Breeders vuelve a Chile, esta vez para presentar de manera íntegra Last Splash (1993), icónico disco que sin duda marcó la carrera de la agrupación liderada por la ex Pixies, Kim Deal.

A 20 años de la publicación del álbum que alberga a “Cannonball” – el tema con el que el conjunto se hizo mayormente conocido a nivel mundial – Deal (voz y guitarra) junto a su hermana Kelley (guitarra), Josephine Wiggs (bajo) y Jim Macpherson (batería) celebran estas dos décadas con una gira que los reúne luego de 19 años sin presentarse juntos sobre un escenario.

Lo interesante de este festejo es que la alineación que girará por América y Europa es la misma que trabajó en Last Splash y tal como menciona en entrevista telefónica para RockNvivo la bajista británica, Josephine Wiggs, la experiencia de reencontrarse nuevamente “ha sido grandiosa desde el primer ensayo”.

De la década de los ’90 y de su trabajo junto a The Breeders, Josephine es enfática al señalar que todo fue muy intenso y en cuanto a “Cannonball” – canción en donde su riff de bajo es quizás la base de su éxito – asegura que “ni siquiera estaba en los planes de la banda como single hasta que el álbum estuvo listo”.

De su carrera como solista, su formación musical y su próxima visita a Chile, Josephine conversó desde su departamento en Nueva York, ciudad que por estos días vive una ola de calor. “Estamos teniendo un clima espantoso. En las últimas semanas la temperatura ha estado por los 100 grados (Fahrenheit)», es decir, unos 37,7 grados Celsius.

Preguntas y respuestas con Josephine Wiggs

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– Antes de la música estudiaste filosofía. ¿Cuándo decidiste seguir una carrera musical?

Bueno, he estado tocando instrumentos desde los seis años. Aprendí a tocar cello a esa edad, por lo que aprendí música clásica primero y luego, cuando cumplí 14 ó 15, le pedí a mi papá que me comprara un bajo eléctrico para poder tocar junto a un amigo que tenía una guitarra. Así es que como desde los 14 ó 16 que estoy tocando, ya sea con amigos o como apoyo a otras bandas.

– ¿Por qué elegiste el bajo eléctrico como instrumento?

La verdad es que me gustó mucho. Creo que es muy interesante y me encanta su funcionalidad y la forma en que trabaja dentro de la música. Eso es quizás porque antes había tocado el cello y estaba acostumbrada, ya que ambos tienen cuatro cuerdas; además, el bajo no es deslumbrante, es más bien algo que tocas y que como elemento carece de esa cosa más bien protagonista. Me gusta el hecho de que tu trabajo sea construir una base sólida y confiable, pero eso no significa que no puedas hacer cosas interesantes. La gente igual espera que hagas eso y lo terminas agradeciendo. Es como lo que sucede con la lead guitar, es como que tú puedes pasar desapercibido o te puedes hacer notar si es que eres una persona que se fija en esos detalles.

– Josephine, ¿eran pocas las mujeres que tocaban bajo en los noventas?

Bueno, sí, igual habían. Recuerdo una vez que vi a una en un concierto en Londres, probablemente en 1996 o 1997. Creo que se llamaba Olivia, de una banda que no recuerdo el nombre, y estaban tocando en la universidad de Londres, en la federación de estudiantes. También vi a Kim Gordon tocando bajo y eso como que me impresionó mucho porque ella se veía muy bien tocando, era muy cool lo que hacía y por supuesto también estaba Kim con Pixies, que era una banda que me gustaba mucho, en particular la forma que tiene Kim de tocar el bajo, creo que es fantástica. Las vi tocar a todas y eso fue lo que siempre admiré de ellas.

– ¿Cuáles son tus mejores recuerdos junto a The Breeders, en los noventas?

¿Cuáles son mis recuerdos de esa época? Bueno, (suspiro) fue muy intenso. Nuestros horarios eran muy intensos y ahora parece que hubiésemos estado siempre de gira, sin parar y esa es una muy buena lección para aprender, bueno, está eso y las manualidades por supuesto, que es lo más rápido para hacer y animo a la gente a que lo haga, sobre todo cuando parece que las cosas se van a descontrolar y en la noche te pones a pensar ‘Dios, esto no se acabará nunca’. Ese es el momento justo para practicarlas. Ese sería mi consejo (risas), aprecien el momento mientras dure.

– El riff de la canción “Cannonball” es un clásico. ¿Qué recuerdas acerca de este tema y de cómo lo crearon?

Cuando hicimos esa canción no teníamos ni idea en lo que se transformaría. Fue más bien una de doce canciones. Ni siquiera estaba en nuestros planes hasta que el álbum estuvo listo, que fue cuando decidimos que fuese el primer single. Ni siquiera en un comienzo nos decíamos ‘oh, éste será el tema’, de hecho ni siquiera se llamaba “Cannonball” hasta que el arte del disco se fue a la imprenta. Tiene claramente algo que sobresalió del resto de los temas, pero la verdad es que nunca pensamos que sería un hit.

– ¿Es “Cannonball” tu canción favorita de Last Splash?

No, mi canción favorita es “Hag” y me gusta por el hecho del que el riff es mucho más lento (risas), es broma, la verdad es que es demasiado rápida para el disco. Me gustaría que fuese un poco más lenta, pero sí, mi favorita es “Hag”.

– ¿Y cuál crees tú que es tu disco favorito de todos los tiempos?

¿De todos los tiempos? Buueeeeeno, es una muy buena pregunta. Uno de ellos sería Tapestry (1971), de Carole King y ¿cuál podría ser otro? ¡Oh!, podría ser Seventeen Seconds (1980) de The Cure. Ambos me gustan mucho, pero la verdad es que ¡no me podría decidir sólo por uno!

– Josephine, no participaste en la primera reunión de The Breeders. ¿Ahora sólo estarás presente en esta gira que celebra el aniversario de Last Splash?

La verdad es que quise participar antes, pero todo lo que pensamos ahora es hacer algo juntos para este aniversario, es la única oportunidad para hacerlo y sólo nos hemos enfocamos en eso. Pero desde que estamos tocando juntos, hemos ido redescubriendo el gusto de tocar como banda y hemos tenido una respuesta muy buena a esta reunión y el hecho de que la gente vea esto ahora, hace que digan que nuestra química sigue ahí. Ahora, hay que ver que pasa el otro año.

– ¿Cómo ha sido el hecho de tocar juntos otra vez?

Ha sido grandioso desde el primer ensayo. Luego de que tocamos las canciones, Kelley dijo, ‘Dios, esto suena igual al disco’. Ha sido grandioso y a la vez algo sorpresivo al ver cómo se han ido acomodando las cosas, tal y como en ese disco.

– ¿Y cómo es tu relación actual con la banda?

Es muy buena. De hecho, todos lo estamos pasando muy bien.

– Después de haber estado en The Breeders, grabaste discos como Bon Bon Life (1996) en el proyecto The Josephine Wiggs Experience. ¿Nunca pensaste en crear tu propia banda luego de The Breeders?

La verdad es que no. En ese momento, ya no estaba interesada en ser parte de una banda, no era lo que buscaba. Me interesaba más grabar y sólo eso: escribir y grabar música. Ya no estaba muy interesada en salir de gira y esas cosas. Y creo que se debe, en parte, a que tuvimos mucho de eso con The Breeders y todo lo demás parecería o estaría comparado con eso.

– ¿Cuáles son tus siguientes pasos con The Breeders? ¿Están pensando en hacer un nuevo disco, por ejemplo?

Vamos a tocar en un festival en Chicago, el 20 de julio y el 22 de julio nos vamos a Brasil. Así es que, la verdad es que nuestros próximos planes son el estar en Chicago y después hacer los shows en Brasil y Chile.

-¿Sabes algo acerca de Chile?

No, sólo sé del asesinato del presidente Salvador Allende. Vi un documental acerca de eso, pero sólo conozco eso y nada más.

– ¿Y qué esperan como banda de esta visita a Chile?

La verdad es que no lo sé, estoy muy ansiosa a que llegue el momento de tocar allá porque será muy distinto a otras cosas que he hecho. Me gustaría tener más tiempo para conocer la ciudad, pero creo que literalmente, llegaremos a tocar y después nos iremos (risas), pero estoy segura de que será toda una experiencia.

The Breeders en Chile

Sábado 27 de julio a las 20:00 horas
Ex Oz – Chucre Manzur Galpón 6, Barrio Bellavista

Valores:
Preventa $18.000
General $22.000
Día del evento $25.000

Entradas a la venta desde el 29 de junio a través del Sistema Puntoticket y sin recargo en Disquería Sonar (Paseo Las Palmas, Providencia).
700 entradas disponibles.
Precios no incluyen cargo por servicio.

The Breeders – “Cannonball” (en vivo)