El grito desgarrador y afligido de Kurt Cobain al final de «Where Did You Sleep Last Night» podría ser la mejor muestra del sentimiento que envolvió la grabación del MTV Unplugged in New York, el registro acústico de Nirvana que se convirtió en su imagen final, antes de la trágica muerte de su frontman.
El álbum se editó el 1 de noviembre de 1994 bajo el sello DGC, convirtiéndose en el primer trabajo puesto a la venta tras el deceso de Cobain, ocurrido siete meses antes. Quizás a raíz de aquello, MTV Unplugged in New York fue un éxito de ventas, logrando posicionarse en su debut en las tiendas en el número uno del ranking Billboard de Estados Unidos, vendiendo más de 310.000 copias en su primera semana. Hasta ahora, más de 9,6 millones de copias han sido vendidas en todo el mundo.
La grabación del concierto desenchufado se realizó casi un año antes de su salida oficial: el 18 de noviembre de 1993, Cobain (voz y guitarra), Krist Novoselic (bajo) y Dave Grohl (batería) se presentaron en los estudios Sony Music de Nueva York para registrar lo que sería la última aparición masiva del trío como banda, en una actuación marcada por la incierta personalidad del guitarrista que incluso puso en duda la realización del evento enmarcado en la serie de MTV.
Los productores de la estación televisiva intentaron convencer por meses al conjunto estadounidense para que realizara una sesión unplugged, sin mayor éxito. Con el tiempo, el trío aceptó la propuesta y decidieron realizar una presentación que se desmarcara de otras entregas, en las que artistas y bandas versionaron en modo acústico todos sus éxitos.
Cobain, Novoselic y Grohl eligieron un repertorio enfocado en canciones menos conocidas de sus tres discos de estudio y dejaron fuera éxitos como «Smells Like Teen Spirit», «Lithium», «In Bloom» y «Heart-Shaped Box». Además, incluyeron versiones de canciones de otros artistas, como David Bowie y The Vaselines.
Dentro de los covers interpretados esa noche están tres de Meat Puppets, una, hasta ese entonces, desconocida banda de Arizona que meses antes había abierto algunos shows de Nirvana de su gira de In Utero. El trío puso en jaque a los organizadores con la decisión de invitar a miembros del conjunto, descartando de plano la presencia de nombres de mayor popularidad para ser parte del espectáculo.
Los hermanos Cris y Curt Kirkwood, fundadores de Meat Puppets, interpretaron junto al trío «Plateau», «Oh, Me» y «Lake of Fire», sumándose como invitados a la chelista Lori Goldston y al guitarrista Pat Smear (actualmente miembro estable de Foo Fighters), quien se había sumado a la banda meses antes como músico de apoyo.
Sobre la invitación de Nirvana a Meat Puppets, Alex Coletti, productor del unplugged, afirmó en una entrevista: «cuando dijeron que traían a alguien, todo el mundo pensó, por alguna razón, que obviamente sería Pearl Jam. ¿Por qué sería? Pero, al mismo tiempo, ¿por qué no sería? Así que cuando fueron los Meat Puppets, era como ‘¿Qué?'»; y agregó: «sabía que el nombre no iba a enviar olas de alegría por los pasillos de MTV».
Semanas antes de la grabación, la relación de la banda con el canal estuvo llena de dificultades, no sólo por la mencionada participación de Meat Puppets y la no inclusión de éxitos, sino por el comportamiento de Cobain debido al síndrome de abstinencia de drogas que atravesaba y el nerviosismo que le provocaba realizar la presentación. De hecho, el día anterior al concierto anunció que no tocaría, pero finalmente llegó hasta el recinto de Nueva York.
A eso, se sumaron las peticiones del músico para la grabación: pese a tratarse de una actuación desenchufada, Cobain insistió en usar su guitarra acústica con amplificador y pedales de efectos ¿Lo consiguió? El resultado se puede escuchar en la intro de «The Man Who Sold the World», la versión de la canción que David Bowie lanzó en 1970 y que se convirtió en uno de los íconos del unplugged de Nirvana.
Otra de las características del concierto fue su puesta en escena ideada por Cobain, quien quiso que el escenario tuviera velas negras, candelabros, lirios y una lámpara de cristal. Coletti le preguntó al músico si hablaba de un funeral, a lo que Cobain le respondió: «Exactamente. Igual que un funeral».
Fue esa sensación la que se pudo ver en la transmisión del concierto por MTV, el 16 de diciembre de 1993 (fue repetido tras la muerte del músico, en abril de 1994). Las 14 canciones que interpretaron en poco más de 50 minutos suenan tristes, con la voz desgarrada de Cobain a lo largo del show y la calmada interpretación de Novoselic y Grohl, transformándose en un documento único que registra lo que fue y representó al mundo Nirvana a comienzos de los ’90.
El legado de MTV Unplugged in New York ha sido reconocido por los fanáticos y la crítica. La revista Rolling Stone lo situó en el lugar 313 de su lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos, mientras que la publicación inglesa NME lo dejó en el sexto puesto de los 50 mejores álbumes en vivo.
En 2007, el sello DGC publicó un DVD con la presentación íntegra del concierto, incluida dos canciones («Something in the Way» y «Oh Me»), que no fueron parte del material editado originalmente por MTV. Además, el registro audiovisual contiene entrevistas a la banda, grabaciones del público e imágenes del ensayo realizado el mismo día.
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