Meshuggah: la aplastante máquina de sonidos complejos

Una de las bandas precursoras del metal de sonidos extremos, experimentales, progresivos y técnicos (llamado con frecuencia Djent o Math Metal), finalmente hizo acto de presencia en Chile: Meshuggah hizo que la larga espera por disfrutar de su música en tierras nacionales valiera completamente la pena. Los suecos –formados a fines de los ’80- dieron una lección de técnica y poder avasallador en el show realizado este martes 12 de noviembre en el Teatro Caupolicán.

Precisos como un reloj -y como su música- el quinteto escandinavo apareció a las 21 horas entre vítores y aplausos, ante fanáticos que habían esperado una eternidad por este momento. El recinto de San Diego era una caldera, con gente repletando cancha y parte de la galería. La chispa que dio inicio a la combustión metálica fue “Swarn”, perteneciente a su reciente placa Koloss (2012) la cual les ha valido excelentes críticas. El sonido era perfecto, los instrumentos sonaban de forma impecable y la música… ¡una verdadera máquina que aplastaba todo a su paso!

Sin pausas, los cimientos del teatro siguieron remeciéndose con “Combustion”, que fue recibida como el primer gran clásico de la noche, mientras el público saltaba al son de la melodía. Es impresionante la fuerza en vivo que proyecta Meshuggah. Cada uno de sus miembros es un engranaje hecho a la medida: Tomas Haake en batería es la columna vertebral, las guitarras de Fredrik Thordendal y Mårten Hagström caen con peso y riffs machacantes, el bajo punzante de Dick Lövgren agrega más filo. Todo esto, condimentado con la voz agresiva de Jens Kidman, crea un cuadro brutal y demente. No en vano, Meshuggah significa “lunático” en hebreo.

Recién tras la interpretación de “obZen”, la banda se toma un respiro, más que necesario. “¡Finalmente estamos aquí!”, fueron las palabras de Kidman. Los ambientes hipnóticos de “Lethargica” envuelven a todos, y la rapidez viene de la mano de “The Hurt that Finds You First”, que también mezcló secciones más calmadas (al estilo Meshuggah, claro está).

El setlist de la banda se centró principalmente en Koloss (2012) y obZen (2008), sonando de estas placas “I Am Colossus”, (que cayó como un mazo), “Demiurge” y “Bleed”, respectivamente. En esta última, el doble bombo de Tomas Haake sonó de manera asesina y sobrehumana.

El único tema interpretado del clásico Chaosphere (1998) fue “New Millennium Cyanide Christ”, viniendo de inmediato el recuerdo de ese videoclip filmado en el bus de gira simulando a sus integrantes tocar sus instrumentos al aire. “Dancers to a Discordant System” fue el sencillo elegido para finalizar, ante un público hambriento de más sonidos de los suecos y quienes veían como el tiempo había avanzado demasiado rápido.

La banda volvió con una tripleta letal para entregar el cierre definitivo, con “Mind’s Mirrors”, “In Death – Is Life” más “In Death – Is Death”, colocando el broche de oro, todas interpretadas en el mismo orden en que aparecen en el disco Catch Thirtythree (2005). 90 minutos y el quinteto se retira, enormemente agradecido y muy impresionados con la respuesta del público chileno. “Son los mejores del mundo”, rematan.

Sus fanáticos seguían pidiendo su vuelta y se negaban a abandonar el recinto. Meshuggah apareció a los pocos minutos, sólo para dar las gracias. Muchos ansiaban escuchar grandes clásicos olvidados como “Future Breed Machine” o “Humialiative”, canciones de sus primeras placas, pensando tal vez que en ésta, su primera visita, el conjunto pudiera interpretarlas. Pese a ello, todos se retiraron satisfechos, con la convicción de haber asistido a uno de los mejores conciertos que una banda de metal ha ofrecido en nuestro país. A esperar su pronto regreso.

GALERÍA DE FOTOS

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Meshuggah | Teatro Caupolicán | 12.11.2013
Setlist

1. Swarm
2. Combustion
3. Rational Gaze
4. obZen
5. Lethargica
6. Do Not Look Down
7. The Hurt that Finds You First
8. I Am Colossus
9. Bleed
10. Demiurge
11. New Millennium Cyanide Christ
12. Dancers to a Discordant System

Encore
13. Mind’s Mirrors
14. In Death – Is Life
15. In Death – Is Death