Unos de los maestros de la experimentación musical y gran exponente del Chapman Stick, Tony Levin, se presentó por tercera vez en Chile y junto a Marcus Reuter en guitarra (Tuner, The Crimson ProjeKCt) y Pat Mastelotto en batería (King Crimson, Mr. Mister) -también unos monstruos en sus instrumentos- brindaron una noche sublime este 20 de mayo en el recinto que ya se ha vuelto su hogar en nuestro país: el Teatro Nescafé de las Artes.
Pasadas las 21 horas, Marcus Reuter apareció en el escenario y comenzó a extraer sicodélicas melodías de su touch guitar, instrumento diseñado especialmente por él. Luego se sumaron Levin y Mastelotto y la ovación del público creció cuando sonó “Vrooom Vrooom”, el primer corte de King Crimson en la velada. La legendaria banda de rock progresivo de la cual Mastelotto y Levin forman parte, volvió con todo el pasado año demostrando su vigencia y gran influencia en la historia de la música.
“Crack in The Sky”, de tonos atmosféricos y envolventes, sorprendió puesto que Levin se aventuró a cantar completamente en español. De hecho, se comunicó a ratos de forma perfecta con la audiencia, demostrando más aún la conexión y el cariño que el innovador músico tiene con su fiel público de esta parte del mundo.
La improvisación también tuvo lugar en el show y el trío demostró su virtuosismo interpretando una pieza cercana a los 10 minutos de duración, en la que cada uno se concentró al máximo en su respectivo instrumento, tanto que incluso sin mirarse entre ellos, lograron complementarse de forma perfecta, demostrando su pericia y sus años de experiencia.
Una particular versión de “Mirage” de Mike Oldfield también se hizo presente y a ella se sumaron otras composiciones como “Cusp” y “Nude Ascending Staircase” del disco Deep (2013). También sonaron canciones infaltables de King Crimson (que esta vez no fueron las mismas de años anteriores): “Sartori in Tanger” e “Industry” cortes que fueron escuchados casi de forma religiosa mientras Levin pasaba una y otra vez del bajo a la guitarra con su chapman stick.
“Breathless” de Robert Fripp sonó a modo de tributo hacia el gran guitarrista creador de King Crimson; Lo mismo hizo una soberbia y épica interpretación de “The Fire Bird Suite” del compositor ruso Igor Stravinski. Con ella se dio por finalizada la primera parte del concierto, la que fue respondida por el público con aplausos incesantes e incluso levantándose de sus asientos.
El encore trajo de vuelta a Levin y compañía con “Soup”, tema más bien relajado y con bastante groove en el que Tony Levin una vez más tomó las riendas en la voz, mientras Pat Mastelotto imprimió en la percusión un sello exquisito.
El gran final vino de la mano de “Lark’s Tongues in Aspic part II”, una canción fundamental en la discografía de King Crimson. Perfecta interpretación para cerrar con broche de oro, tras casi dos horas de show, en el que tuvieron cabida desde los sonidos más sobrios hasta los más atmosféricos y potentes. Todos ellos se tomaron el Teatro Nescafé de las Artes.
Al finalizar, los tres músicos de despidieron fotografiándose con su público, demostrando una sencillez y humildad, propia de los grandes.
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