Luego de la verdadera teleserie en la que se transformó la presentación del vocalista de Mötley Crüe en nuestro país, con la incertidumbre -hasta el último minuto- de si Vince Neil actuaría en Santiago, finalmente se realizó el concierto del vocalista de una de las agrupaciones más grandes del Glam rock. Realmente una pena que las bandas teloneras, Devil Presley y Garden Bitch, no se presentaran por problemas relacionados con la producción del concierto, ya que habrían sido una perfecta antesala para el plato principal.
El show del californiano la noche del miércoles, es lo más cerca que han podido estar los fanáticos de apreciar la potencia de los temas de Mötley Crüe en vivo, luego que se presentaran en Argentina en 2008, en el Pepsi Fest, no cruzando los Andes para una actuación en nuestro país.
Pero vamos de lleno al show: a las 22 horas las luces se apagan en un Teatro Caupolicán repleto sólo en su sector de cancha, y los acordes de “For Those About to Rock” de los clásicos AC/DC, resuenan en el recinto. Acto seguido, se escuchan en off las líneas de Jules Winnfield (las clásicas de Pulp Fiction, quien recitaba el pasaje de la Biblia antes de asesinar a su objetivo), para aparecer los músicos en escena y arrancar con “Live Wire”, clasicazo de los Crüe, y la respuesta no se hace esperar: el público eufórico saltaba con aquel gran sencillo, para continuar sin pausas con “Dr. Feelgood”; ¡dos grandes canciones en menos de cinco minutos! El Caupolicán se venía abajo ¡y eso que sólo comenzaba el concierto!
Vince, muy emocionado, saluda a los asistentes, agradeciendo su presencia. Es su primera vez en Chile, y el público se lo hace notar, coreando su nombre. “Piece of my action” y “Looks that kill”, suenan grandiosas, con una gran interpretación de los músicos que acompañan a Vince. Mención especial al batero, quien en una histriónica performance, lograba capturar la atención de los presentes.
Realmente el setlist era un éxito tras otro. “Same old situation” marcó uno de los puntos álgidos de la noche, con un Caupolicán haciendo palmas al son de este clásico de los 80, el cual daría paso a la sorpresa de la noche: Vince Neil se retira del escenario y la banda interpreta “Whole Lotta Love” de Led Zeppelin, con una gran calidad vocal de su guitarrista, seguida de “Heaven & ell”, corte de los míticos Black Sabbath de su etapa con Dio en voces, y cerrar nuevamente con el clásico de los Zepellin.
Vince Neil vuelve a escena y parece empaparse de ese rock de antaño, e interpreta, guitarra en mano, “Rock and roll” de Led Zepellin. A sus 49 años, el cantante mantiene una muy buena calidad vocal, logrando unos agudos de muy buena forma.
“Kickstart my heart” continúa la fiesta, para iniciar la etapa final con “Girls, girls, girls», y el cierre con “Wild Side”. Vince agradece al público chileno, para retirarse por cinco minutos y volver para un último tema: “Teaser” que fue alargado, y en el cual la banda se encargó de repartir uñetas, baquetas y cuanto recuerdo los asistentes pudieran atesorar como verdaderos “trofeos de guerra” del concierto.
Tras cerca de una hora y media de show, finalmente la agrupación se despide, agradecida y visiblemente contenta de haber tocado en Chile. Es de esperar que el Sr. Vince Neil, en un futuro próximo, nos deleite con Mötley Crüe y podamos apreciar la calidad de una de las grandes bandas referentes del Glam rock mundial. La noche del miércoles estuvo genial, pero esperamos a los Crüe en nuestro país algún día. Ojalá pronto.
Fotógrafo: Cristian Soto L.
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