Metallica: una noche de pasión y gloria en Chile

La banda californiana demostró porqué es un referente del metal a nivel mundial, en una sólida presentación la noche del martes, de más de dos horas de show.

Metallica es una banda que desata pasiones. Desde sus fans más acérrimos, hasta los más “contemporáneos” era posible divisar en las inmediaciones del Club Hípico, desde tempranas horas del martes. La tercera visita de los americanos a tierras nacionales (1993 y 1999, respectivamente), había despertado una gran expectación. Ya el lunes los medios informaban de gente que esperaba a Metallica en la entrada del Club Hípico. El martes a las 14 horas más de 10 mil fanáticos ansiosos aguardaban el ingreso, cifra que aumentaba por miles a medida que pasaban las horas.

Más de 50 mil almas llegaron a ver a esta legendaria banda, aquella que nació de la costa del Bay Area californiana, hoy referentes innegables del metal internacional, y una de las más grandes agrupaciones del rock en toda su historia. Los mismos que partieron a principios de los ochenta, fusionando la energía del hardcore/punk con la potencia y armonías de la New Wave of British Heavy Metal, creando un nuevo referente en lo que a música pesada se refiere: el thrash metal.

Criminal fue el encargado de abrir los fuegos, pasadas las 19.40 horas. Los chileno/ingleses, liderados por Anton Reisenegger, junto a Rodrigo Contreras, se despacharon un show cercano a la hora, en el cual repasaron temas de todas sus placas, setlist que no varió mucho de lo ofrecido la noche del domingo en el Bar Oxido. “Self Destruction”, “Hijos de la Miseria”, más sus nuevas composiciones tales como “Rise and Fall”, y “21st Century paranoia”, inyectaron una buena dosis de adrenalina a los presentes. Nick Barker, baterista de reemplazo, y de reconocida trayectoria en bandas del circuito internacional como Testament, Old Man’s Child y Cradle of Filth, entre muchas otras, se lució en los tarros. El público respondió de excelente forma, ante los hijos pródigos del metal chileno. Casi una hora de presentación, con el cierre de “Victimized”, fueron una perfecta antesala para el plato principal.

Los minutos corrían muy lentamente, hasta que cerca de las 21.20 hrs. se escuchan los acordes de “The Ectasy of Gold”, acompañados de la clásica película “The good, the bad and the ugly”, para iniciar de inmediato con “Creeping Death”, aquel clásico de su segunda placa, para generar la euforia colectiva. Dos pantallas laterales, más una central, con calidad HD, eran un verdadero placer a la vista. Un comienzo demoledor, que no dejó pausas para continuar con “For Whom the Bell Toolls“, con un Robert Trujillo inspiradísimo en el bajo. ¡Que gran forma de comenzar!, y sin dar tregua, continúan con “The Four Horsemen”, corte rápido y asesino. Luego de tal comienzo, el público aún no se reponía del golpe inicial.

¡Hola Santiago! Saluda James Hetfield (voz/guitarra), a la audiencia. “It’s good to see you again”, recordando el largo periodo de tiempo que la banda no visitaba suelos nacionales. ¿Están listos?, pregunta su frontman, y arrancan con “Harvester of Sorrow”, tema que dejó a varios sorprendidos, y que sonó de forma majestuosa.

“Fade to Black” calmó un poco los ánimos, relajando el ambiente, con innumerables encendedores meciéndose entre el publico, para a continuación presentar cortes de su nueva placa, la cual los trae de gira por nuestras latitudes: así sonaron “That was just your life” y “The End of the Line”. “¡Santiago!, ¿Do yu wante heavy?, preguntaba Hetfiled, para arremeter con la potencia y pesadez de “Sad but True”, intermedio para proseguir con temas nuevos, “Broken, beat and scarred” y el groove de “Cyanide”.

“One” marcó uno de los puntos álgidos, acompañada de fuegos y pirotecnia, lo que produjo el delirio de los presentes. Un clásico a prueba de los años, que demuestra a la banda más vigente que nunca.

“Master of Puppets”, tema que da nombre a su tercer disco, sonó poderosa y grandilocuente. Las pantallas mostraban en su esplendor al público, quienes saludaban y demostraban el fervor hacia sus ídolos. “Fight Fire with Fire” llevó las revoluciones al límite, para dar paso a la balada “Nothing else Matters”. “Enter Sandman”, marco el fin de la primera parte, donde nuevamente los fuegos artificiales iluminaron la noche santiaguina. Un breve receso, para tributar a una de las bandas más admirabas por Metallica: “Blitzkrieg”, tema homónimo de aquella agrupación heavy metal de principios de los 80, sorprendió al publico, seguida de inmediato por “Whiplash” (¡adrenalina a tope!) ¿Quieren más?, preguntaba Hetfield en un perfecto español. La respuesta no se hace esperar y el gran cierre vendría con “Seek and Destroy”, completando poco más de dos horas de show.

“Metallica ama Santiago! Expresaba un emocionado Hetfield, mientras los demás miembros agradecía al publico chileno, con Robert Trujillo improvisando un ¡Chi Chi, Chi, le, le le! Viva Chile!

Realmente una presentación superior a la de 1999. Un gran sonido, puesta en escena y calidad que demuestran el porqué Metallica es el gran referente en lo que a rock pesado se refiere. Prometieron visita próximamente, así que Chile tiene Metallica para rato.

Descarga legal del audio del concierto.
Los más fanáticos ya pueden entrar a LiveMetallica.com y hacer la «pre orden» del concierto. Los valores en dólares americanos son: $9.95 en formato MP3 y $12.95 en formato FLAC. En un par de días estará disponible para la descarga.

SETLIST
Intro – Ectasy of Gold
Creeping Death
For Whom the Bell Tolls
The Four Horsemen
Harvester of Sorrow
Fade to Black
That was just your life
The End of the line
Sad but true
Broken, beat & scarred
Cyanide
One
Master of puppets
Fight Fire with Fire
Nothing else matters
Enter Sandman

Blitzkrieg
Whiplash
Seek and Destroy