A más de 8.000 kilómetros de distancia, William DuVall atiende el teléfono. Es viernes a mediodía y todavía faltan algunos días para que Alice in Chains se embarque en su gira por Suramérica. Él suena tranquilo y bien dispuesto a conversar, quizás por las ganas que tiene de volver a Santiago. «Chile nos dio una de las bienvenidas más increíbles que hayamos tenido o que hubiéramos podido imaginar«, asegura desde Noblesville, Indiana.
DuVall se unió a la banda liderada por Jerry Cantrell en 2006, algunos años después de la muerte de Layne Staley, quien había sido el principal vocalista de Alice in Chains desde sus inicios. Algunos fanáticos del grupo eligieron negarles la posibilidad de seguir sin Layne -quien con su voz y sus sentidas interpretaciones había dejado una marca única en su música-, pero otros recibieron con los brazos abiertos Black Gives Way to Blue (2009), su retorno discográfico después de 14 años y el primer trabajo con su nueva alineación.
«Había todas estas habladurías acerca de si teníamos siquiera el derecho de hacer esto o no: ‘¿quiénes son ellos para hacer esto?’, ‘¿cómo se atreven?’, todo ese tipo de cosas», recuerda DuVall; pero el éxito del disco y de la gira mundial que realizaron para promocionarlo -que los trajo por primera vez a Chile en 2011– acabó por validar la decisión de apostar por el futuro.
Ahora, el cuarteto de Seattle se encuentra promocionando su nuevo álbum de estudio, The Devil put Dinosaurs here (editado en mayo pasado), y volverá a Santiago para ofrecer un único concierto en el Movistar Arena, el próximo lunes 30 de septiembre.
Acerca de lo difícil que fueron sus primeros pasos junto al grupo, las drogas, la muerte, lo absurdo en la política, su último disco, el debut y el regreso de Alice in Chains a Chile, conversó William DuVall en esta entrevista con RockNvivo.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS CON WILLIAM DUVALL
– Luego del éxito de Black Gives Way to Blue, ¿hubo menos presión para ustedes al trabajar en el nuevo disco?
Siempre hay presión, porque somos muy duros con nosotros mismos y nos presionamos con cualquier cosa que hagamos, porque queremos estar seguros de que sea lo mejor que podemos ofrecer, pero sí diría que al hacer este álbum fue un alivio que se tratara estrictamente de la música. Cuando entramos a grabar Black gives way to blue no fue sólo la presión alrededor de la música, sino que también había todas estas habladurías acerca de si teníamos siquiera el derecho de hacer esto o no: ‘¿quiénes son ellos para hacer esto?’, ‘¿cómo se atreven?’, todo ese tipo de cosas. Hubo mucha palabrería que no tenía nada que ver con la música. Así que publicar ese álbum y que fuera tan bien recibido, salir de gira para promocionarlo por todo el mundo y ser recibidos por todas estas audiencias y las reseñas que salieron, fueron cosas extremadamente validadoras y muy reivindicadoras. Así que de alguna forma nos dio cierta libertad a la hora de grabar The Devil put Dinosaurs here, porque al menos el cuestionamiento sobre si teníamos el derecho a existir ya era un tema resuelto y ahora podíamos concentrarnos más en la música, sabiendo que todo lo que estábamos haciendo tendría al menos un público.
– Ya llevas varios años en la banda y para muchos fanáticos ha sido grandioso ver a Alice in Chains evolucionar, pero el recuerdo de Layne siempre estará. ¿Sigue siendo un reto para ti, aún hoy, involucrarte en las canciones asociadas con él?
Sí, son canciones difíciles: difíciles de cantar y difíciles físicamente. Como vocalista son un desafío. También tienen letras muy fuertes, así que tienes que sumergirte en ellas y traer cosas de tu propia experiencia de vida para entrar en ese estado mental. Eso representa un reto cada noche, pero es un reto que acepto. Y es muy bueno porque cuando logras entrar en ellas, basándote en tu propia experiencia, que es lo único que cualquiera puede hacer en realidad, tu te basas en tu propia vida, en momentos en los que te tocó vivir cosas fuertes o quizás estás pasando por una situación así justo en ese momento cuando estás en el escenario: en ese minuto tu vida privada puede estar atravesando un conflicto y es realmente bueno tener estas canciones y poder interpretarlas porque se convierte en una especie de catarsis.
Y luego está el hecho de que el público también relaciona estas canciones con sus propias experiencias de vida, así que cuando estoy en el escenario y estoy pasando por lo que yo estoy pasando para poder cantarlas y luego el público también aporta sus propias experiencias es algo muy poderoso y prácticamente toma vida propia. Es muy interesante ser parte de eso y diría que es un gran honor ser una especie de conductor o canal para que salgan ese tipo de emociones.
Diría que cualquier tipo de música que logra brindarte eso y brindarle eso a otras personas, es un logro increíble. Y yo me siento agradecido.
– Pareciera que hemos perdido a muchos artistas talentosos, como Layne, Mike Starr o Greg Psomas, con quien trabajaste en Final Offering a finales de los ’80, a causa de las drogas. ¿Cuál es tu punto de vista sobre este tema?
Es algo terrible, muy triste, especialmente cuando pierdes a músicos y artistas tan buenos a tan temprana edad. Para mí, Greg Psomas fue una de las primeras personas que tuve relativamente cerca que era adicto. Yo era muy joven y él era alguien a quien yo admiraba y tenerlo tocando en mi banda fue un honor enorme. Pero después, me tocó ver de cerca lo que él estaba atravesando, cómo lo afectaba a él, sus habilidades y cómo nos afectaba a nosotros como banda… no podíamos salir de gira por su problema. Agendábamos una gira y el día que debíamos irnos simplemente no podíamos encontrarlo en ninguna parte. Y luego volvía unos días después, cuando ya habíamos cancelado la gira y se disculpaba. Yo nunca había experimentado algo así. Llegó al punto en el que me lo encontraba en algún lugar y él se daba la vuelta y caminaba en la dirección contraria sólo por lo avergonzado que estaba por lo que se hacía a sí mismo y no quería que yo lo viera así ni que le repitiera mi discurso. No quería oírme porque él sabía que no iba a cambiar, así que eligió evitarme. Así que poco después leí su obituario en el periódico y siendo tan joven fue algo muy difícil de manejar.
Y estoy seguro de que es muy similar a lo que mis compañeros de Alice in Chains vivieron con Layne y con otras personas. Es un sentimiento terrible porque no tienes poder alguno. No puedes ayudar a alguien a quien admiras y amas. Es una lección para la vida, porque te muestra que puedes amar a alguien, pero no puedes salvarlo. Puedes ayudarlo: si él quiere ser salvado, puedes proveer o facilitar opciones para ayudarlo a salvarse a sí mismo, pero no puedes salvarlo. Es una lección muy, muy dura de aprender.
– Volviendo a The Devil put Dinosaurs here, ¿cómo fue el proceso de grabación?
Para nosotros fue muy bueno contar con el mismo equipo: Nick Raskulinecz como productor, Paul Figueroa como ingeniero. Incluso los mismos asistentes en el estudio. Todos habían trabajado con nosotros en Black gives way to blue. Grabamos The Devil Put Dinosaurs Here en el mismo estudio en donde grabamos buena parte del disco anterior, Henson Recording Studios, en Los Ángeles, donde antes estuvo A&M Studios y mucho antes fue el estudio cinematográfico de Charlie Chaplin, que él construyó hace casi 100 años. La edificación sigue ahí y ahora es la sede de Henson Studios y es un gran lugar para grabar, con mucha actividad y todo tipo de gente se pasea por allí, día y noche. Te puedes topar con Quincy Jones en el pasillo, o Chaka Khan en la sala, o Cher entrando al estacionamiento. Es ese tipo de lugar. Somos amigos de las personas que manejan ese estudio y fueron muy amables con nosotros, así que fue muy bueno estar en un espacio y contar con un equipo que nos resulta familiar y eso hizo que el proceso fuera mucho más fácil. Como dije, nosotros somos muy exigentes con nosotros mismos, así que cualquier cosa que podamos hacer para aliviar un proceso que desde un inicio sabemos que será difícil por nuestra forma de ser, es algo bueno, tener rostros familiares cerca, que nos conocen, saben cómo trabajamos y que pueden brindarnos apoyo.
– ¿Cómo surgió el nombre del disco?
Fue el resultado de discusiones que tuvimos… En los últimos años ha habido un gran retroceso de parte de un sector de nuestra sociedad con una mentalidad estrecha, aquí en Estados Unidos, que pareciera querer retroceder el tiempo y llevarnos de vuelta a un momento en el que mucha gente no tenía la misma protección bajo la ley. Quieren dificultar el voto para cierto tipo de gente, quieren asegurarse de que las mujeres prácticamente no tengan poder para tomar decisiones sobre lo que pasa con sus propios cuerpos y sus derechos reproductivos. Quieren asegurarse de que cierto tipo de personas no se puedan casar. Y lo hacen, muchas veces, basados en convicciones religiosas. No quieren que le enseñemos ciencia a los niños en nuestras escuelas, quieren enseñar teorías sobre la creación. Quieren enseñar religión pero no ciencia.
Una de las creencias más extremas que tienen algunas de estas personas es que la evolución es un engaño, que es una teoría propuesta por ateos para embaucar a la gente. Dicen que los huesos de dinosaurios y fósiles que encontramos en la tierra fueron puestos ahí por el diablo para engañarnos y hacernos creer que la Tierra es más vieja de lo que en realidad es, porque para ellos la Tierra sólo tiene 6.000 años de vida y fue creada por dios. Ninguno de nosotros tiene problema alguno con lo que la gente quiera creer, personalmente, o qué religión practican. Pero se convierte en un problema cuando empieza a afectar las leyes bajo las cuales todos debemos vivir, y cuando empieza a quitarle derechos a la gente. Cuando estas personas quieren ser elegidas para cargos públicos, hay un aparato increíble que les permite recaudar fondos y lograr que otros que piensan como ellos sean elegidos para estos cargos.
Mientras grabábamos este disco, parecía que cada día se hacía una nueva declaración escandalosa por alguien con un cargo público: el gobernador de cierto estado, o el alcalde de cierta ciudad, o algún representante en nuestro congreso, o alguna, debo decir, porque también hay muchas mujeres culpables de esto. Pero cada dos días había alguna declaración hecha en la escena nacional por alguien con mucho poder, mucho poder para hacer y aprobar leyes, y la declaración era tan indignante que no podías creer que había sido hecha en televisión nacional por alguien con un cargo público. No podías creerlo. Sería gracioso si no fuera tan peligroso.
Han habido cientos de declaraciones de este tipo en los últimos años. Así que mientras grabábamos el disco, llegábamos al estudio cada día y nos preguntábamos «¿escuchaste esto?». Era así casi todos los días. Así que creo que eso tenía que manifestarse en la música de alguna manera y terminó manifestándose en una canción, aunque creo que primero tuvimos el título y después se escribió la canción. Y luego, cuando terminamos de grabar todo el disco nos preguntamos: «¿por qué no lo convertimos en el nombre del disco?». Hubo mucha discusión entre nosotros al respecto porque obviamente es una ruptura con la tradición de esta banda, que no es conocida por hacer este tipo de afirmaciones. Ciertamente hay un poco de comentario religioso y social en algunas de las canciones más antiguas de Alice in Chains, pero no había nada como esto. Sabíamos que iba a provocar discusiones y debates, que algunos iban a pensar que era extraño y que algunos lo iban a odiar, pero decidimos seguir adelante con la idea precisamente porque sabíamos que iba a generar muchas preguntas y tendríamos que explicarnos y que eso podría contribuir al discurso público sobre estos temas.
– Y supongo que como artistas no pueden ser indiferentes a estas cosas…
Claro, y no queremos ser indiferentes. Somos ciudadanos, vivimos aquí, amamos nuestro país y lo que representan sus ideales y creo que hay un deseo de que estemos a la altura de su credo.
– Hay algunos rumores sobre un posible DVD en vivo de Alice in Chains. ¿Planean grabar sus shows en Suramérica?
Me encantaría porque los shows allá son siempre muy energéticos y explosivos. Creo que si vas a grabar en alguna parte, Suramérica sería un lugar excelente para hacerlo. En cuanto a hacer un DVD, no hemos hablado seriamente sobre eso. Sí hablamos sobre hacer un DVD y grabamos un par de shows en el pasado con ese propósito, pero tendremos que ver… Pero sí, creo que si vamos a hacerlo, me encantaría que fuera en Suramérica.
– Hace dos años, cuando tocaron en Chile por primera vez, Jerry prometió que volverían. Y así será. ¿Qué podemos esperar de este próximo show?
Una mezcla de canciones nuevas y viejas. Mucha energía porque nos encanta tocar allá. Chile nos dio una de las bienvenidas más increíbles que hayamos tenido o que hubiéramos podido imaginar. Literalmente, desde el momento que nos bajamos del avión, incluso los funcionarios de aduana eran fanáticos. Fue muy loco. Cuando salimos al lobby del aeropuerto, tratando de llegar al auto, la gente tenía cámaras, nos seguían, intentaban entrevistarnos. ¡Fue impresionante! La gente hizo vigilia en las afueras del hotel… ¡fue increíble! Era la primera vez que la banda estaba allá y fue muy efusivo. Así que recordamos nuestra primera vez en Chile como un hito en nuestras carreras, es un momento especial en la historia de esta banda así que nos emociona mucho volver porque recordamos lo bien que nos trataron todos cuando fuimos.
Alice in Chains en Chile 2013
Lunes 30 de septiembre – 21:30 horas
Movistar Arena (Parque O’Higgins, Santiago)Valores (Pre-venta 2)
Tribuna: $16.500
Platea Alta: $27.500
Platea Baja: $44.000
Cancha General: $38.500
Cancha VIP: $71.500Entradas a la venta a través del sistema PuntoTicket.
Cuático… Me hizo respetarlo mucho más después de despreciarlo por querer reemplazar a Layne.