14 años en 30 canciones: Jirafa Ardiendo dijo adiós

El escenario de la SCD Vespucio estaba repleto de instrumentos. Guitarras por doquier, un par de baterías, otro de teclados y un montón de cables repartidos en el suelo. A simple vista, parecía un recital normal, pero no. El motivo y el lleno total de la sala le daban a este concierto una sensación extraña, pero atrayente.

Jirafa Ardiendo llegaba a su fin después de 14 años de vida, en los cuales sumaron fanáticos y amigos, quienes no quisieron estar ausentes en su último recital. No importaron la ausencia de algunos invitados y ciertos problemas técnicos. Nada debía desteñir esta despedida.

El comediante Sergio Freire fue el encargado de abrir el show. En su estilo, y acorde a la situación, presentó la historia de la banda y desde allí comenzó a desmembrar situaciones comunes en la música. Sin más preámbulos, presentó a Alejandro Pino (voz), Roberto Estay (guitarra), Arturo Rodríguez (guitarra), Nicolás Moreno (bajo) y Max Gilabert (batería).

«Brillante», de Siesta (2000), inició el recital final. 14 años de trayectoria y 4 discos no pueden ser resumidos en una tarde, pero Jirafa Ardiendo logró eso y mucho más. Pudo, invitando a Javier Barría para tocar «Motosierra», del EP homónimo (1998); también lo logró cuando invitó a un conjunto de cuerdas y Edita Rojas (de Truman) a dar vida a «M», de Pulmonía (2008); y Javiera Parra también aportó con lo suyo en «Cambia con el viento». Carlos Vargas, de Inflamable, acompañó constantemente en teclados a la banda.

La lista de invitados fue tan amplia como el sonido de Jirafa. Dividido en tres bloques, el segundo correspondió a una sesión acústica, que incluyó la suave «Babossa», con Pedro Pablo Silva en flauta traversa y Juan Méndez en guitarra; y «Confío», junto a Manuel Burgos, bajista de Golem.

La simpleza acústica dio paso al rock poderoso. Después de un primer descanso, Alejandro Pino alentó al público a pararse de sus asientos antes de tocar «Los deberes de una madre», de la «prehistoria de Jirafa», como dijo el vocalista. Ángelo Pierattini, ex Weichafe y otro de los invitados a la despedida, mostró su potente y enérgico rock en «Sólo para desentendidos».

Un momento especial se vivió cuando Peter Estay, ex baterista de Jirafa Ardiendo, subió al escenario con un chin chin, acompañando al bajista Nicolás Moreno en «Frágil». Luego del segundo encore, vinieron los últimos minutos de la banda. Preparando el fin, Alejandro comenzó la ceremonia habitual: los chicles «jirafas» regalados al público, su público.

Antes de tocar su último tema, «Mastodonte», la imagen era clara: frases de despedida, agradecimientos a todos los que estuvieron junto a Jirafa Ardiendo en sus 14 años y abrazos entre los integrantes. Se venía el fin. No hubo ni lágrimas ni palabras de más. Sólo hubo música y un repertorio de 30 temas. Dos horas y media de rock en su máxima expresión para cerrar el capítulo de la banda oriunda de La Serena y mostrando, tal como lo dijo Javiera Parra, su libertad y autonomía artística.

Jirafa Ardiendo. Sala SCD Vespucio. 02 de agosto de 2009
Setlist

– Brillante
– Pulmonía
– Lectura Veloz
– Motosierra (con Javier Barría)
– Servino
– Corre
– Am (con Felipe Cadenasso, voz y guitarra de Matorral)
– Sopa
– Imbateriable
– Nuco rey (con Ricardo Callealta, voz y bajo de Phono)
– Espín (con Leo Saavedra, vocalista de Primavera de Praga)
– M (con Edita Rojas, baterista de Truman)
– Cambia con el viento (con Javiera Parra)
– Babossa (con Juan Méndez y Pedro Pablo Silva)
– Sed
– Confío (con Manuel Burgos, bajista de Golem)
– 15.1.27.1.22.23.12.2012
– Girasol
– Canción del emprendedor
– Mentelenta
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– Los deberes de una madre
– Sólo para desentendidos (con Ángelo Pierattini)
– Vidrio
– Bala
– Frágil (con Peter Estay)
– Oruga
– Hiperacusia
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– La tierra es plana
– Fácil
– Mastodonte