Una discoteca insigne celebrando 16 años de historia con una banda invitada, que suma aún más años que la Blondie de Santiago: Babasónicos. Y un público con una buena disposición que ni el fútbol ni la lluvia alteraron.
El lugar de encuentro fue el Teatro Caupolicán, que tuvo sus tribunas cerradas, pero su cancha y palcos llenos por completo. La audiencia cumplió con su parte: demostró su admiración por los músicos argentinos, coreó los hits más sonados y pidió más.
Pasada la medianoche del domingo, los Babasónicos salieron al escenario para ofrecer un show sencillo y conciso que duró alrededor de una hora y media, tiempo durante el cual repasaron buena parte de su discografía y presentaron varios de los temas que componen Mucho (2008), su álbum más reciente.
«El ídolo» marcó el inicio y fue seguida por «El colmo» y «Pendejo». Las baladas como «Las demás», se dejaban seguir por canciones más rockeras y ácidas como «Seis vírgenes descalzas». No hubo visuales y la iluminación se centró más en el público que en los músicos, lo que le dio un sello muy particular al concierto.
«Irresponsables» fue cantada de principio a fin por buena parte de los presentes y fue uno de los momentos más destacables de la noche. Luego, la banda se retiró, dejando sólo sobre el escenario a Mariano Roger, quien interpretó «Para Lelos» mientras recibía todo tipo de piropos de parte del público femenino.
Varios de los éxitos de los Babasónicos como «Así se habla», «Y qué?» y «Putita» vinieron en seguidilla y dieron paso a más del nuevo material, para terminar la primera parte del show con su último single «Microdancing».
Después de un par de minutos de gritos y espera, la agrupación liderada por Adrián Dárgelos volvió para tocar «El pozo», «Nosotros» y dar el adiós definitivo con «Sin mi diablo». El público pidió más, sin éxito, pues había un cronograma que cumplir: había que seguir con la fiesta de la Blondie.
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