El disco debut de la banda norteamericana de thrash/groove metal Machine Head, Burn My Eyes, cumple en agosto 20 años desde su lanzamiento. Un álbum que golpeó fuerte en la escena del metal por aquel entonces, en los cuales el grunge vivía su auge.
Tras su paso por el grupo de thrash metal Vio-Lence a fines de los ’80, Robb Flynn (guitarra voz) buscaba nuevo horizontes musicales. Así es como en 1992 forma Machine Head, agrupación mucho más influenciada por sonidos modernos. Reúne a Logan Mader (guitarra), Adam Duce (bajo) y Chris Kontos (batería) y dos años después, lanza el debut Burn my Eyes, producido por Colin Richardson.
La potencia del primer single, “Davidian” llama de inmediato la atención. Las líricas del álbum reflejan las tensiones que la banda tuvo que sufrir por el hecho de vivir en la conflictiva ciudad de Oakland, California, golpeada por desórdenes sociales. En su momento, se catalogó a Burn My Eyes como la cruza perfecta entre la agresión de Slayer y el groove de Pantera, pero con identidad propia.
Los bonos de su productor, Colin Richardson, se vieron incrementados tras su trabajo con el grupo, puesto que el disco sonaba de forma increíble y muchos trataron de emularlos. De hecho, los chilenos de Criminal tuvieron entre sus planes contar con su trabajo para su segundo disco, idea que finalmente descartaron y terminaron grabando Dead Soul (1997) con Vincent Wojno.
“Old”, “A Thosand Lies”, “A Nation On Fire”, “Real Eyes, Realize, Real Lies”, temas presentes en el LP, no daban respiro al oyente. Bun My Eyes lograba las más altas calificaciones en medios especializados y muchos se preguntaban si la agrupación sería capaz de repetir este éxito en su segunda producción. El debut de Machine Head se convirtió en el disco más vendido de Roadrunner Records durante bastantes años, hasta la publicación del álbum homónimo de Slipknot en 1999.
Uno de los puntos altos del registro es la performance realizada por Chris Kontos tras las baquetas; con una labor soberbia, rozando la perfección, lo que se puede apreciar más a cabalidad en el track “None But My Own”, corte versátil y con muchos cambios de ritmo, siendo Kontos exigido al máximo, demostrando toda su habilidad y técnica. Desafortunadamente, el baterista abandonó la banda al poco tiempo (tras la gira de promoción) y el puesto hasta hoy lo ocupa Dave McClain.
En septiembre de 2007, Burn My Eyes fue relanzado por Roadrunner, en el marco de los 25 años del sello discográfico. Esta vez, se incluyó un segundo disco con canciones descartadas y caras B. Tras todos estos años, el debut de Machine Head sigue siendo considerado el mejor disco en la carrera del conjunto.
Machine Head – Davidian
Discazo…al escucharlo por primera vez, recien llegado a las tiendas de providencia, me volo los sesos…y lo sigue haciendo