La historia no se puede reescribir, pero quizás sí se puede superar el horror. Tras la masacre ocurrida en Le Bataclan en noviembre del año pasado -en la que fallecieron 89 personas-, Eagles of Death Metal regresó a París este martes 16 de febrero para reencontrarse con sus seguidores en un concierto que estuvo cargado de «emoción, catarsis y rock n’ roll».
La cita requería medidas especiales, así que la banda anunció que habría seguridad armada a las afueras del recinto (teatro Olympia), así como un equipo de profesionales dispuestos a ofrecer ayuda psicológica, y se garantizó el ingreso gratuito a todos los sobrevivientes del ataque que quisieran asistir.
Según reporta RollingStone, alrededor de 900 personas que fueron testigos de la tragedia ocurrida en Le Bataclan acudieron el martes a la invitación hecha por la banda, «algunos todavía recuperándose de sus lesiones físicas y la mayoría luchando con emociones encontradas y con el temor de entrar en pánico y revivir el 13 noviembre de nuevo. Sin embargo, fueron lo suficientemente valientes como para venir en un intento de crear nuevos recuerdos e imágenes mentales que les permitan sanar», asegura el medio.
Aunque las presentaciones en vivo de Eagles of Death Metal -un proyecto de Jesse Hughes y Josh Homme, amigos de la adolescencia- no suelen contar con la presencia del líder de Queens of the Stone Age, esta vez Homme estuvo allí y se sentó tras la batería, compartiendo labores con Julian Dorio.
Canciones como «Don’t Speak (I Came to Make a Bang)», «Bag o’ Miracles», «Silverlake (K.S.O.F.M.)», «Oh Girl» y «I Love You All the Time» fueron parte del repertorio, que también incluyó un set acústico de Hughes en solitario, tomando pedidos del público, y 60 segundos de silencio en honor a las víctimas del suceso más violento en la historia de la música. «Ahora soy parisino. No tienen idea de cuánto los amo», dijo el vocalista a un público que mostró que el cariño es recíproco.
El viaje continúa
Tras el hito que ha marcado su retorno a París, EODM completará su gira por Europa y luego llegará a Sudamérica en marzo para ser parte del Lollpalooza en Brasil, Argentina y Chile.
En Santiago debutarán el sábado 19 de marzo como parte del festival, en medio de un momento complejo que ha transformado para siempre el significado y destino de la banda, y que ha reforzado la postura de Jesse Hughes –partidario de Donald Trump– a favor del acceso universal a las armas de fuego.
«Quizás hasta que nadie tenga armas todos tienen que tenerlas, porque no quiero que nada como esto ocurra otra vez, y quiero que todos tengan el mejor chance de vivir. Vi gente morir que quizás habría podido vivir», dijo el músico en una entrevista con el canal francés iTélé, realizada antes del concierto del martes. Esta postura crítica a la política de control de armas de Francia demuestra que una cosa no ha cambiado: Hughes no tiene miedo de incomodar y expresar sus opiniones, por más controvertidas que puedan resultar.
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