Fotógrafo: Javier Valenzuela
Nine Inch Nails, la máquina de rock industrial norteamericana, aterrizó en Santiago por segunda vez en el marco de la cuarta edición de Lollapalooza Chile y con un nuevo disco bajo el brazo. Trent Reznor y compañía se despacharon una presentación impecable, desde el sonido a la puesta en escena. Sin duda, uno de los mejores shows que han pasado en estos últimos años por esta angosta y larga faja de tierra.
La noche se dejaba caer en el Parque O’Higgins, creando el ambiente ideal para que NIN desplegara toda su propuesta visual y juego de luces, eso unido a su potente y, a veces, hipnotizantes sonidos. A las 20.15 horas en punto la primera descarga vino de la mano de la aplastante “Wish”, presente en el elogiado EP Broken (1992). ¿Existe una mejor manera de partir? La adrenalina fluyó de inmediato, la que no bajó con “1,000,000” y “Letting You” (con haces de luz roja cruzando el escenario), estos dos últimos cortes provenientes de su placa The Slip (2008).
La más introspectiva “Me, I’m Not” puso la cuota de calma, con sus sonidos electrónicos, para retomar toda la potencia con la desenfadada “Terrible Lie”. Cada instrumento sonaba de forma pulcra, nítida y perfectamente ecualizado, lo que hacía de esta experiencia audiovisual todo un deleite para los sentidos.
Uno de los puntos altos de la jornada del sábado llegó con la inconfundible “March of The Pigs” desatando la euforia colectiva. Mientras avanzaba la noche, los sonidos procesados y oscuros de la agrupación se sucedían en temas como “Reptile”, “Sanctified» (con un punzante bajo y una electrizante versión) y “Came Back Haunted”, el single de su más reciente producción, Hesitation Marks (2013), que marcó el regreso de la banda luego de cinco años de silencio musical. Reznor se dedicó a que cada nota sonara perfecta y casi no tuvo mayor interacción con el público, a no ser por unos escuetos “gracias” que exclamaba de vez en cuando.
Los sonidos electrónicos siguieron con “The Great Destroyer”, para que las guitarras y la potente batería tomaran un rol protagónico luego en “The Big Come Down”. La mente creativa de Nine Inch Nails se tomó el tiempo de repasar “Hand Covers Bruise”, tema que le valió un Oscar junto al productor Atticus Ross por la banda sonora del film The Social Network.
“Copy of A”, el energético sencillo que abre Hesitation Marks, fue recibido como un verdadero clásico y entre la multitud varios cantaron sus líneas. “The Hand That Feeds” y “Head Like a Hole”, dos grandes éxitos de NIN, hicieron saltar a todos. El gran final fue responsabilidad de “Hurt”, uno de los clásicos indiscutidos del conjunto, presente en aquella obra maestra del sonido industrial llamada The Downward Spiral (1994). De atmósferas suaves y calmadas, sus líricas fueron susurradas en la tranquilidad de la noche, poniendo el broche de oro a una presentación de 90 minutos realmente de antología.
El show de Nine Inch Nails dejó la vara alta para el cierre de la jornada, a cargo de Red Hot Chili Peppers. Trent Reznor y compañía dieron una lección de cómo realizar un show en vivo.
GALERÍA DE FOTOS
Fotógrafo: Javier Valenzuela
Nine Inch Nails | Lollapalooza Chile 2014 | 29.03.2014
Setlist
1. Wish
2. 1,000,000
3. Letting You
4. Me, I’m Not
5. Terrible Lie
6. March of the Pigs
7. Something I Can Never Have
8. Reptile
9. Sanctified
10. Disappointed
11. Burn
12. Came Back Haunted
13. The Great Destroyer
14. The Big Come Down
15. Hand Covers Bruise (Trent Reznor/Atticus Ross cover)
16. Beside You in Time
17. Copy of A
18. The Hand That Feeds
19. Head Like a Hole
20. Hurt
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