Cuando eran las siete de la tarde con 57 minutos comenzó todo. Sorprendente si se tiene en cuenta que el show estaba previsto para las ocho de la noche. Aquel fue el primer buen augurio de una noche perfecta.
El Caupolicán ya estaba casi repleto cuando salió a abrir la noche el grupo D Asfalto y Tierra. Entre riffs pesados, fraseos al micrófono y cabeceos hasta las rodillas, calentaban el ánimo del público. 20 minutos fueron suficientes. Se despidieron y la música envasada comenzó a sonar nuevamente.
Un gran telón negro con el logo de Korn en letras blancas era el fondo de un escenario bajo y muy cercano al público. La audiencia vestida de un negro Adidas casi perfecto ya repletaba el lugar. No había más espacio para nadie, ni en cancha ni en la galería.
«One, two, checking baby… checking the mic», decía un técnico gringo sobre el escenario, ajustando los últimos detalles en una frase que resonaba en los oídos de los fanáticos de Limp Bizkit como algo conocido. El atril flexible de micrófono de Jonathan Davis estaba listo, la pedalera gigante de Munky y sus guitarras de siete cuerdas también lo estaban. Al otro extremo, la interminable cantidad de lujosos bajos de Fieldy, también esperaban el comienzo del show.
La gente de la galería continuaba pasándose a la cancha entre los gritos, aplausos y risas de los presentes, cuando las luces se apagaron y un gran rugido ensordecedor se escuchó desde el público en general. A las nueve en punto comenzó la presentación de Korn. Ray Luzier, el nuevo baterista oficial, ya estaba tocando sobre el escenario junto al guitarrista y tecladista acompañantes. Sólo faltaban las estrellas.
Munky, Fieldy y Jonathan Davis aparecieron causando la euforia de todo el mundo, especialmente de quienes más cerca estaban del escenario, pues casi podían tocarlos. Davis, vestido con un buzo negro marca Adidas de pies a cabeza, Fieldy con su ropa ancha de hip hopero californiano y Munky con una chaqueta militar blanca y la cara pintada de un antifaz blanco con negro, abrieron la noche con «4 U».
Así la noche fue avanzando, donde se respetó la tónica principal del tour «Escape from the Studio» que los trajo a Chile este 2010: repasar clásicos de sus discos Korn (1994), Life is Peachy (1996), Follow the Leader (1998), Issues (1999), Untouchables (2002) y See You On The Other Side (2005). Incluso se dieron tiempo para mostrar «Oildale», canción de su nuevo álbum «Korn III», esperado para abril o mayo de este año.
Dentro de un tracklist lleno de clásicos que mantuvo al público siempre arriba, en especial a los fans de toda una vida, la euforia se desató cuando la banda interpretó temas como «Coming Undone/We Will Rock You», «Falling Away From Me», «Somebody Someone» y «Freak on a Leash». Aunque ningún movimiento, ruido o nivel de adrenalina fue igualable al que provocó el clímax de la primera parte del show antes del encore. Korn interpretando el primer track de su primer disco: «Blind».
Con un sonido de excelencia y una puesta en escena impecable, los tres integrantes originales de Korn llenaban todos los espacios, recorriendo el escenario completo y teniendo permanente contacto visual y físico con los fans.
Aunque, sin duda algunos puntos álgidos de la noche fueron los solos de bajo de Fieldy, quien se paró en los retornos ubicados a cada lado del escenario frente al público, haciendo alarde de su técnica clásica: deslizar los dedos sobre las cuerdas de arriba abajo por sobre el mástil. Otro momento fue la aparición de Jonathan Davis con su gaita, para dar inicio a la segunda parte del concierto con «Shoots and Ladders». Sin dejar de mencionar la permanente energía de Munky, quien fue el más cercano al público, intercambiando miradas, sonrisas e incluso un «Fuck You!», acompañado del clásico gesto con la mano, que le lanzó a un miembro del público por haberle levantado el dedo.
Las banderas chilenas tampoco estuvieron ausentes. Clásico regalo de la audiencia a las bandas, que generaba grandes aplausos cada vez que alguno de los integrantes de Korn recogía el regalo lanzado desde la cancha, lo mostraba al público y lo dejaba sobre algún amplificador.
Finalmente, Korn cerró el concierto con «Got The Life», literalmente entregando todo sobre el escenario, pues finalizando la canción regalaron todo. Fieldy entregó todas las cuerdas del bajo, Munky todas sus uñetas, y Ray Luzier todas sus baquetas y parches de batería, cerrando así una noche de culto, y dejando a toda la audiencia satisfecha. Después de una hora y media, los fans se llevaron un montón de éxitos para el recuerdo, y además, parte de su banda favorita, en todos los regalos que Korn dejó en Chile.
Korn | Teatro Caupolicán | 17.04.2010
Setlist
– 4 U
– Dead Bodies Everywhere
– Need To
– Coming Undone / We Will Rock You
– Here to Stay
– Falling Away From Me
– Oildale
– Somebody Someone
– Did My Time
– Throw Me Away
– Helmet in the Bush
– Freak on a Leash
– Faget
– Good God
– Blind
—-
– Shoots and Ladders
– Clown
– Got the Life
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