La magia de Luis Alberto Spinetta fue la inspiración y esencia de la música argentina moderna, cruzando fronteras en un legado eterno lleno de sonidos únicos que quedaron registrados en cada una de sus grabaciones. Un pionero y vanguardista que a pesar de haber dejado esta tierra, sigue presente para los amantes del rock en español.
Nacido en Buenos Aires el 23 de enero de 1950, El Flaco demostró desde muy joven su amor por la música, dando inicio a un camino interminable siempre guiado por su creatividad. Una vida intensa que terminó de forma lamentable el 8 de febrero de 2012 tras una breve, pero dura, lucha contra el cáncer.
Su talento se expresó principalmente en forma de agrupación, ya que no era de su gusto firmar discos en solitario. Realizó 31 álbumes de estudio, siempre con un toque original que transmitía su instinto musical. A lo largo de sus más de 45 años de carrera lideró cinco agrupaciones que marcaron la historia del rock argentino y están en las principales listas de lo mejor.
Por que es una leyenda y siempre es grato compartir su historia, a continuación repasaremos esas agrupaciones que inspiraron las más grandes creaciones de uno de los genios de nuestros tiempos, Luis Alberto Spinetta.
Almendra
Todo comenzó en 1965 en el barrio bonaerense de Nuñez, donde Luis Alberto Spinetta desarrollaba su pasión por la música en dos bandas de rock en inglés. Los Larkins y Los Sbirros eran los nombres de estas agrupaciones en las que el quinceañero las hacía de guitarrista, incursionando en los sonidos inspirado por lo anglo.
Poco a poco inició un proceso de fusión, dando paso a un grupo que es considerado uno de los fundadores del rock argentino, pasando a experimentar en un concepto original: Almendra. Formada oficialmente en 1967, después de dos años lanzaron sus primeros sencillos titulados «Tema de Pototo» y «Final», y comienzan la grabación de su álbum debut.
Entre fines de 1969 y comienzos de 1970 Almendra I es liberado, una placa de 9 canciones que dio inicio a una era magnífica del artista argentino. Años más tarde, la producción que también tuvo la participación de Edelmiro Molinari (guitarra), Emilio del Guercio (bajo), Rodolfo García (batería), fue elegida por la revista Rolling Stone como el sexto mejor disco del rock argentino.
A fines de ese mismo año editaron su segundo álbum, bajo el nombre de Almendra II, pero las relaciones ya estaban desgastadas por las diferencias creativas y personales. Después del lanzamiento decidieron separarse, pero el final fue iluminado con una reunión entre 1979 y 1981, editando un tercer álbum llamado El Valle Interior.
Pescado Rabioso
Tras la separación de Almendra, Spinetta viajó a Francia y al volver editó su primer disco solista Spinettalandia y sus Amigos, un paso previo para más tarde formar Pescado Rabioso junto a Juan Carlos «Black» Amaya (batería) y Osvaldo «Bocón» Frascino (bajo). Con esa formación lanzaron en septiembre de 1972 su álbum debut Desatormentándonos, proceso en el que se unió, al final, Carlos Cutaia (teclados).
Un mes después del lanzamiento de esta placa comenzaron a trabajar en la segunda, una joya escondida del rock argentino que marcó la separación de la agrupación. Pescado 2 fue un disco doble que significó un trabajo intenso y una vez más diferencias creativas entre Spinetta y el resto de los músicos. Finalmente fue lanzado a comienzos de 1973.
Así, con problemas y discusiones, Spinetta decidió continuar como solista pero eligió no cambiar el nombre Pescado Rabioso como autor de su siguiente producción que contó con la participación de Rodolfo García, Emilio del Guercio (ex compañeros en Almendra) y su hermano Gustavo. De esa forma nació el mejor disco de la historia del rock argentino: Artaud, un homenaje al poeta francés, artífice del Teatro de la crueldad, Antonin Artaud.
«Pescado Rabioso es una idea musical creada en 1971 por Luis Alberto Spinetta. A través de esta idea tocaron en grabaciones y actuaciones los siguientes músicos: Juan Carlos Amaya, Osvaldo Frascino, Carlos Miguel Cutaia y David Oscar Lebón. Los músicos que aparecen en este disco sólo están ligados a la idea Pescado Rabioso por las circunstancias de la grabación y a expreso pedido de Luis Alberto Spinetta», explica el músico en una anotación al interior del disco original, mostrando que la banda era fundamentalmente él.
Invisible
Con las ideas aflorando de forma intensa en su cabeza, y tras crear su obra maestra, Spinetta se une a Héctor «Pomo» Lorenzo (batería) y Carlos Alberto «Machi» Rufino (bajo), ex colaboradores de Norberto Aníbal «Pappo» Napolitano en su banda Pappo’s Blues. Los sonidos del músico fueron siempre una gran inspiración para El Flaco, quien se declaraba su admirador. Aún así, la relación entre ambos no terminó bien.
El trío llamado Invisible comenzó a elaborar un concepto nuevo en el que las firmas autorales y declaraciones públicas siempre eran de parte de los tres como uno, hasta el contrato con la disquera fue así. Primero editaron su disco homónimo (1974) para luego dar paso al recordado Durazno Sangrando (1975), dos placas que mostraban el ímpetu vanguardista de Spinetta.
La máxima creación vino en 1976. Se había unido a la banda Tomás Gubitsch (guitarra) y Spinetta tomaba cada vez más protagonismo en el proyecto que en un principio había apostado por eliminar todo tipo de individualidad. En ese contexto nace El Jardín de los Presentes, la expresión máxima de la literatura sonora del argentino, que se presenta con el magistral tema «El Anillo del Capitán Beto».
Pero una vez más, cuando el proyecto estaba consolidado y en el momento más exitoso, todo se quebró. El ingreso del cuarto integrante generó diferencias y tras realizar el lanzamiento de su última placa en el Luna Park, con miles de personas, finaliza el ciclo de Invisible.
Spinetta Jade
Después de separarse de Invisible decide reunir a una serie de músicos para lanzar su tercer álbum solista A 18′ del sol, una experimentación sonora ligada al jazz, que incluye temas instrumentales y nunca pierde el sello de El Flaco, así marca el fin de los 70. Luego de eso se vuelve a juntar con Almendra, un cambio de década que da el puntapié al nuevo sonido argentino.
Una serie de conciertos marcó la reunión con del Guercio, García y Molinari, pero este último tuvo nuevamente problemas con Spinetta y la separación tocó una vez más la puerta. Así vuelve a sus incursiones en el jazz y crea Spinetta Jade, alineada por Juan del Barrio (teclados), Lito Vitale (teclados), Pomo Lorenzo (batería) -de su anterior banda Invisible- y Pedro Aznar (bajo), quien seguía su camino después de Seru Giran.
La banda lanzó los discos Alma de diamante (1980), Los Niños que Escriben en el Cielo (1981), Bajo Belgrano (1983) y Madre en Años Luz (1984). En ese camino tuvieron varios cambios en su formación. En teclados: Diego Rapoport por Vitale, y Leo Sujatovich por del Barrio y más tarde se unió Mono Fontana, un músico que se transformó desde ahí en inseparable. En el bajo, fueron varios nombres después de Aznar: Beto Satragni, Frank Ojstersek, César Franov y Paul Dourge. Otro de los que se integró fue el guitarrista Lito Epumer.
Los tres primeros trabajos tienen una esencia similar, con sonidos instrumentales que se mantenían en una mezcla de sesiones de jazz y banda garaje, pero fue el último el que tuvo un giro hacia lo electrónico que se imponían en los años 80. El Flaco decidió cambiar la batería por máquinas de ritmo, entregando colores más pop. Ese último trabajo marcó el fin luego de problemas económicos: «No por la música que estábamos haciendo sino por que recibí una estocada mortal de los otros músicos respecto a lo que involucraba su participación económica», dijo Spinetta.
Spinetta y los Socios del Desierto
Tras el éxito de sus agrupaciones y de una carrera solista vertiginosa que no detenía el tranco creativo, la vida de Spinetta tuvo un giro inesperado. Ya tenía una banda de soporte consolidada y después de lanzar el disco casero Pelusón of Milk (1991), seguía su vida como rockstar colaborando con otros artistas y realizando más experimentos, como la banda sonora de la película surrealista Fuego Gris de Pablo César. Todo bien hasta que llega un duro golpe, Mono Fontana salió del grupo.
El tecladista, que lo acompañaba desde Spinetta Jade, dio un paso al costado por un problema de salud y la estabilidad sonora de El Flaco se debilitó. Esto, sumado a la crisis que afrontaba el país y su situación familiar, lo hicieron sentir en un desierto. De esa forma comenzó a crear una nueva agrupación, tal como comenta el baterista Daniel «Tuerto» Wirtz, quien relata que Spinetta le dijo: «esto es un desierto, asociémonos».
Spinetta y los Socios del Desierto se creó en 1994, en una especie de catarsis. Su primer álbum homónimo estuvo listo en 1995, pero tuvieron se enfrentaron a las compañías disqueras, que no quedaron convencidas del todo a pesar de tener una primera gira exitosa. En 1997 finalmente salió el disco doble que contenía lo hecho en esos años, más de dos horas que entregó las primeras creaciones de esta nueva etapa acompañada de Marcelo Torres (bajo) y el ya mencionado baterista Tuerto Wirzt.
Dos años después lanzaron Los Ojos, una producción que cambiaba el rock por el pop experimental. Luego de ese trabajo, Spinetta decide finalizar este proyecto de forma amistosa y se concentra una vez más en su carrera solista, la que continuó hasta sus últimos días. Pero lo que marcó el periodo de El Flaco en bandas fue el legendario concierto Spinetta y Las Bandas Eternas, instancia en la que tocó casi 6 horas seguidas en Vélez junto a Almendra, Pescado Rabioso, Invisible y los Socios del Desierto.
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