No era la primera vez que Marillion aterrizaba en Chile. Su debut y última presentación en territorio nacional fue en 1997, cuando los británicos se presentaron en el Estadio Víctor Jara para deleitar con una de las cosas que mejor que saben hacer: tocar en vivo.
Y así lo entendieron los fanáticos chilenos, quienes soportaron largas filas para entrar al Teatro Caupolicán, que minutos más tarde lucía casi completamente lleno. El público, ya dentro del recinto, estaba expectante y cuando ya habían pasado 15 minutos desde la hora acordada para el show, comenzó a pedir la presencia de la banda en el escenario.
Pero la tardanza valió la pena y comenzó con una sorpresa. Se apagaron las luces y de a poco algunos fanáticos comenzaron a gritar y a iluminar con sus celulares hacia la platea baja del recinto, donde alguien especial los esperaba: Steve Hogart, el vocalista de la agrupación desde 1988 – luego de la salida del líder original, Fish – estaba en medio del público. Fue allí donde arrancó con “Splintering Heart”, mientras los otros cuatro músicos de la banda se ubicaban en el escenario.
Luego de recorrer toda la platea, H – apodo del vocalista – logró llegar a escena al mismo tiempo que los fanáticos comenzaban a ovacionarlo. Desde ahí, el cantante de 53 años comenzó a mostrar su histrionismo, paseándose por cada rincón y animando al público para que se hiciese parte del show. “Salud, Santiago. Salud, Chile”, dijo levantando una copa de vino.
Lo que siguió fue una demostración más de la solidez que Marillion tiene en sus presentaciones en vivo, gracias al trabajo de Steve Rothery (guitarrista y único miembro original), Mark Kelly (tecladista), Pete Trewavas (bajista) e Ian Mosley (batería).
El setlist de la noche navegó entre canciones del último disco Sounds Can’t Be Made (2012), como “Power” y el tema que bautiza a la placa, la primera en cuatro años. Pero también hubo espacio para los éxitos de la banda, que fueron coreadas fielmente por los fanáticos chilenos. Así sucedió con “Slainte Mhath” y “Beautiful”, que se lució con una batería firme y fue aplaudida desde que comenzó.
Lo mismo se repitió con las inolvidables “Kayleigh” y “Lavender”, quienes por partida doble emocionaron al propio Hogart, quien a ratos no necesitaba cantar, porque el público completaba cada uno de los versos pertenecientes al disco Misplaced Childhood (1985). El característico solo de guitarra de Rothery, que ejecuta a la perfección a pesar de los años, también fue aplaudido e incluso imitado por muchos con una imaginaria guitarra de aire.
“¿Qué pasa, amigos?”, dijo H en un entendible español. “Es bueno estar aquí, ha pasado mucho tiempo”, agregó para luego moverse por el escenario de un lado a otro muchas veces sin sentido alguno, pero sin importarle la torpeza de sus saltos y pasos.
Casi una hora y media de show y el Caupolicán lucía rendido a los pies de Marillion. Por eso, cuando la agrupación se bajó del escenario los fans pidieron a gritos y aplausos que volvieran por más. La canción elegida fue una dramática versión de “The invisible man”, que durante 15 minutos funcionó como una catarsis de emociones que los chilenos disfrutaron de forma respetuosa y muy atenta.
“Es maravilloso estar acá, vamos a volver más seguido. De hecho, deberíamos mudarnos acá”, bromeó H haciendo evidente la intensa conexión con el público nacional. Los chilenos se habían rendido ante el talento de Marillion y Hogart no paraba de agradecer y compartir con los fans que se acercaban a él.
Para rematar la noche y cuando ya se cumplían dos horas de show, sonaron “No one can” y “Easter”, canciones que una vez más contaron con un coro de cerca de cuatro mil personas. Pero aún quedaba más: “Sugar Mice” y la divertida “Three Minute Boy”, tema en el que H llamó una vez más a los asistentes a participar, cerraron una inolvidable noche para los fanáticos que no sólo tuvieron la oportunidad de disfrutar de sus canciones favoritas, sino que de conectarse y emocionarse con los británicos que cayeron a los pies de Chile.
GALERÍA DE FOTOS
Marillion | Teatro Caupolicán | 18.10.2012
Setlist
1. Splintering Heart
2. Slàinte Mhath
3. You’re Gone
4. Sounds That Can’t Be Made
5. Beautiful
6. Power
7. Fantastic Place
8. Hooks in You
9. Kayleigh
10. Lavender
11. The Great Escape
12. King
13. Neverland
Encore:
14. The Invisible Man
Encore 2:
15. No One Can
16. Easter
Encore 3:
17. Sugar Mice
18. Three Minute Boy
La noche anterior al show estuvo en el Rock y Guitarras, dos miembros de la banda, tocando hacia el final de la noche con el grupo que les hace tributo. Mostrando virtuosismo y humildad, ya que durante toda la noche fueron miembros del publico hasta que tocaron.
Una muestra para muchas estrellas que tienen aires de divos(as).