Quiso el destino (u otras cosas) que The Smiths sólo tuviera cinco años de explosiva carrera, periodo que sirvió para construir su leyenda y para entregar trabajos como The Queen is Dead, su álbum más alabado.
El tercer trabajo del conjunto de Mánchester se publicó el 16 de junio de 1986, poco más de un año después de Meat Is Murder, su segundo disco. The Queen is Dead representó la rápida madurez y la unión que tenían por ese entonces el vocalista Morrissey y el guitarrista Johnny Marr, junto al bajista Andy Rourke y el baterista Mike Joyce.
El disco, compuesto por 10 canciones y con 37 minutos de duración, es el resultado más notable de la colaboración de ambos músicos, en un periodo de gracia que fue complementado por el ingeniero Stephen Street.
«Morrissey, Johnny y yo tuvimos una muy buena relación de trabajo. Todos estábamos más o menos en la misma edad y en el mismo tipo de cosas, así que cada uno se sentía bastante relajado en el estudio», dijo Street en una oportunidad.
El grupo aprovechó la gira de promoción de Meat Is Murder, en 1985, para componer la mayoría de los temas que aparecerían en The Queen is Dead. Tres de sus temas más reconocidos («Frankly, Mr. Shankly», «I Know It’s Over» y «There Is a Light That Never Goes Out») fueron compuestos por Morrissey y Marr durante una maratón nocturna en la casa del guitarrista.
En el caso de «There Is a Light That Never Goes Out», la canción más popular del álbum, tiene en su letra partes de «Lonely Planet Boy» de New York Dolls, una de las bandas favoritas de Morrissey. Asimismo, su conocido inicio de guitarra y batería tomó inspiración de «Hitch Hike» de The Rolling Stones y «There She Goes Again» de The Velvet Underground.
Otro de los temas destacados es «Bigmouth Strikes Again», en el que en poco más de tres minutos se relata la historia de un joven perseguido por sus dichos. En el coro se escucha una voz aguda que fue acreditada a Ann Coates, aunque en realidad se trataba del efecto en la voz de Morrissey y el nombre hace referencia a Ancoates, un sector de Mánchester.
La portada, tal como casi todas las publicaciones de la banda, fue ideada por Morrissey, con una imagen del actor francés Alain Delon de su película L’Insoumis de 1964.
La influencia de The Queen is Dead ha perdurado con los años y su nombre ha aparecido en las habituales listas de los mejores trabajos. Por ejemplo, la revista británica NME lo posicionó en el primer lugar de los mejores álbumes de todos los tiempos, mientras que la estadounidense Rolling Stone lo situó en el lugar 216 de su selección con los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
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