Ciro Pertusi: «Con Jauría transito por nuevos caminos»

Con la misma honestidad y fortaleza que en sus mejores tiempos al frente de Attaque 77, el argentino Ciro Pertusi conversó con RockNvivo en su reciente paso por Chile acerca de Jauría, la banda que fundó en 2009 y que el pasado sábado 21 de enero se presentó ante más de 5.000 personas para abrir el postergado show de La Renga.

Para llegar a lo que hoy es Jauría hay que fijar la mirada tres años antes. En 2009, Pertusi dejó Attaque 77, banda ícono del punk rock latinoamericano, con la cual editó más de 15 álbumes en las dos décadas que estuvo como su líder y vocalista. Luego de esto, el argentino se radicó en México y se alejó completamente de todo lo que lo ligara con la música; eso, hasta que sus inquietudes por componer fueron más fuertes y regresó a su país.

«Cuando retorné, vacié el disco rígido, como se dice, y lo volví a llenar de nuevas cosas, sensaciones y emociones», cuenta el músico que comenzó a componer hasta que se decidió por formar una nueva banda, llamando a «la gente que durante mi vida había significado momentos buenos, y por sobre todo, personas que admiro». Esas personas fueron el guitarrista «Pichu» Serniotti (ex Cabezones), el bajista Mauro Ambesi y el baterista Ray Fajardo (ex El Otro Yo), con quienes conformó Jauría, nombre que Pertusi tenía pensado desde algún tiempo, incluso con el logotipo ya listo antes de existir como agrupación.

Ya con el grupo armado, se reunieron en febrero de 2010 por primera vez para ensayar un set con las canciones compuestas por Pertusi además de otras de la era Attaque 77. «Nosotros pensamos que nos íbamos a demorar un año en grabar y publicar el disco, pero todo fue muy rápido, demasiado, y eso fue porque las canciones pedían eso. El material estaba muy caliente», explica acerca del álbum homónimo publicado en noviembre y que fue presentado en sociedad en enero de 2011 en un show en Mar del Plata.

– ¿Cómo fue ese primer concierto de Jauría?

Fue muy emotivo, porque fue el encuentro con la gente que nos esperaba mucho. Fue en una sala pequeña e íntima. Luego vinieron presentaciones en Carhue y Cosquín Rock realmente emocionantes para nosotros.

– ¿Y la recepción de Jauría para los fanáticos que te seguían desde Attaque 77?

La gente lo recibió muy bien. Digamos que no es la convocatoria que tenía en Attaque, ni la de Cabezones ni la de El Otro Yo, pero hay un público nuevo que se ha identificado con este nuevo formato. Hay que tomar en cuenta que, sin duda, el recuerdo, el cariño y el afecto todavía está arraigado a mi figura como mentor de la idea filosófica de Attaque. Entonces, es lógico que todavía cueste imaginarse a mí con un nuevo proyecto… de todas maneras es un camino muy lindo.

– ¿Cómo te sientes tú en esta nueva etapa?

Habían ciertas cosas que en Attaque salían de memoria luego de 21 años, pero hay otras cosas que había perdido, como el vértigo, la incertidumbre de cómo será lo que viene, de ganarse el pan, y eso es muy bueno. También en Jauría pude poner en práctica la experiencia, aún siendo joven y aún estando en estado de gracia creativa y compositivamente… además transito por nuevos caminos y estoy conociendo nueva gente, porque también tengo que volver a escenarios más pequeños y compartir con generaciones nuevas que me dicen «yo crecí con Attaque y ahora estoy compartiendo contigo».

En su primer año de vida, Jauría concretó cerca de 50 fechas en Argentina, Uruguay y México compartiendo escenario con diversos nombres y en lugares en que la audiencia fue desde menos de mil personas hasta el lleno total del estadio Monumental de River Plate, para abrir el show de Red Hot Chili Peppers en septiembre de 2011.

«Esa frase cliché ‘disfruta el momento’ de verdad que es real… yo disfruto cada momento que me toca, y la experiencia emocional de Attaque me da ahora una estabilidad para estar parado ante audiencia gigante y una pequeña, y disfrutarla por igual, estar en conexión con lo que está pasando», expresa.

– ¿Qué te pareció el concierto que realizaron para abrir el show de La Renga el sábado pasado?

La Renga es una cofradía muy especial, donde la amistad es la palabra más predominante; y si abren la puerta es porque están abriendo la de su casa, así que para nosotros fue muy especial que nos hayan invitado… convengamos que dentro del público de La Renga no hay mucha gente que haya escuchado nuestras bandas anteriores, es decir, tocamos ante un público nuevo; sin embargo, nos recibieron con los brazos abiertos porque ellos interpretan que si La Renga está poniendo un grupo sobre el escenario es porque algo quieren ofrecer a su gente.

– ¿Hay planes de un nuevo disco de Jauría?

Por ahora estamos trabajando en cosas nuevas pero cada uno por su lado, estamos en la etapa más íntima de la composición. Creemos que a mediados de este año vamos a empezar a grabar…

Tras su show en Santiago junto a La Renga y en la Blondie como número principal de la final del pre-Cosquín, Jauría continuará con la gira que hasta el momento tiene ocho fechas confirmadas en Argentina (Cosquín Rock, entre otras), Perú y México, en donde participarán en la versión 2012 del festival Vive Latino, evento que curiosamente tendrá a Pertusi por primera vez sobre el escenario. «Nunca pudimos ir con Attaque por diversos problemas, así que ahora será la gran revancha», dice.

«Carabineros es una institución peligrosa»

– ¿En Jauría seguirás con el lado social y contestatario que tenías en Attaque 77?

Las cosas que yo ofrecía antes, mis inquietudes, las traje conmigo. Aquél que vio al Ciro Pertusi que tenía cosas que decir con respecto a los social, a lo emocional, a lo humano, lo va a encontrar en Jauría también. De hecho, en varios de nuestros shows dedicamos un tema emblemático de Attaque como «Donde las águilas se atreven», que invita a la lucha de clases, a los estudiantes chilenos para no aflojar la lucha y que no se dejen engañar a nivel mediático, desestimando que la pelea no es legítima; por el contrario, están reclamando por algo vital para cualquier pueblo.

– ¿Qué te parecen las movilizaciones sociales ocurridas en Chile durante el último tiempo?

Me parecen de una extrema valentía, de mucha audacia, en un país donde los Carabineros están establecidos como una institución, donde llegan nuevas generaciones de carabineros y se transforman en lo mismo que lo anterior, con un lavado de cerebro tal que se creen con un poder como para pasar por la vida de cualquiera. Estamos en democracia y estos tipos siguen instalados acá, como un virus. Son peligrosos y la vida no está segura con eso, y el pueblo sale a la calle a luchar igual. Va a tardar mucho para poder desterrar este virus, pero se va a lograr.

Jauría – Indios Kilme